Mariana Rincón, una gran escultora mejicana, escribió un día:
"...hacer Arte, Arte que brota del corazón, se gesta en la caverna del cráneo y el mandato va a lo mas distal, los 5 dedos..."
Algunas veces me engaño y pienso que sé qué es el arte...otras veces me empapo en los mundos creados por otros y nado entre las cavernas sumergidas de su inconsciente. Luego nunca regreso entero, hay algo que se queda por el camino...El arte tiene esa capacidad de sustraerte, de robarte la vida entera. Inicias una carrera desesperada y nadie sabe si hay un final, un final a través del túnel, a través de cada caverna que recorres que ahora son las tuyas, miras a tu lado para comprobar lo que ya sabías, que estás sólo, que nadie te podrá seguir en tu deriva, que el final era algo que te inventaste un día, que estás tan asustado que olvidaste la senda por donde regresar.
Eso es todo. Tiene razón Mariana. Tal vez el arte sea sólo una pregunta que cada uno se hace a sí mismo, desde el corazón al inconsciente, y que lo que realmente haces con las manos es sujetarte a la materia para no ser arrastrado hacia la nada...Tal vez las formas que creamos solo sean las huellas de nuestras manos intentando sobrevivir.
